miércoles, 27 de abril de 2011

Al habla, traquila y serena la pasajera.

Tengo ganas de decirte mil cosas.
De contarte y de reirnos.
De fruncir el ceño también.
De gritarnos.
Pero ahora no, ahora de lo que tengo ganas es de decirte que has vivido Momento.

Momento. Lo has tenido en tus manos, en tus ojos, en tus labios. Lo has tenido al alcance de tu piel y estoy segura de que has sabido tocarlo, saborearlo (o al menos eso espero). Y puede que ahora pienses que no ha sido suficiente, o que no supiste agarrarlo. Pero es que no se puede. Momento pasa, es fugaz. No dura ni un día, pero habrás tenido temporadas en las que lo hayas tenido cada uno de ellos (o eso espero de nuevo).
Y ahora sabes lo que es.
Eso está bien.
Ahora querrás buscarlo de nuevo, y te pasarás mucho tiempo sin tenerlo. Bueno, en realidad tenerlo lo tendrás, pero estoy segura (creo que estoy segura) de que no sabrás verlo. Esperarás que el nuevo Momento que vivas sea igual que el anterior vivido. Pero no. No será igual (nunca nada lo es). Pero estará; sólo tienes que aprender a verlo.
Creo que te costará, siempre cuesta al principio, sobre todo porque tienes la costumbre de un tipo de Momento y éste, al llegar de nuevo, es totalmente diferente.
Me gustaría conocerlo, me gustaría que me lo contaras.
Pero sé que no me contarás nada, igual que sé con total certeza que ahora estoy hablando contigo otra vez por algún motivo que desconozco. Y por eso mismo no pienso releer ni borrar nada de esto, como si fueran palabras que salen realmente de mi boca, en un bar, por la noche, con una copa de más.
Lo bueno es que la próxima vez que coja un taxi no será porque esta conversación terminó mal.


¿Sabes?
Me encantaría saber que estás bien, aunque mientas.
Pero un "estoy bien" sería genial.
quizá porque hoy no es domingo.


Hola.



Ya ves, ya lo he podido aceptar, que aun te eche de menos, y que este menos siga "igual"

lunes, 25 de abril de 2011

Demasiada.

No puedo sentirme culpable.
Ni aludida.
Es imposible.
¿Verdad?


Casualidad.

domingo, 24 de abril de 2011

MalaSangre

A veces quiero que las cosas te vayan mal.
Sobre todo los domingos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Niveles

A veces, sin saber por qué,
Horror Vacui.

Y es que va de eso la cosa.
Y no sé en cuál.

sábado, 12 de marzo de 2011

365.

- Morros naturales.
- ¿Sí?
- No vayas hoy a trabajar.
- ¿Por qué?
- Porque te gusta reír.

Me gushta, claro que me gushta. Desde ese día creo que más que nunca.
Me gusta reír y me gusta como ríe, y cómo él consigue que lo haga, me gusta como pone esa sonrisa, me gustó el día que empezó a cambiarle, me gustaba la que tenía en un principio y amo la que tiene ahora. Me gustó la noche en que noté cómo le cambió, a pesar de que no terminara bien del todo. Me gusta cómo se ha quedado esa desde hace meses marcada en su cara. Me gusta como queda en la mía.
Me gusta como acaricia, como toca despacio, suavemente cada parte de mi cara, - Por si no te vuelvo a ver, para cerrar los ojos y reconocerte, saber que estás ahí incluso en la oscuridad. Me gusta como crece ese escalofrío. Me gusta el otro escalofrío. Me gustan los dos. Me gusta este día. Me gusta que lo recuerde por lo que lo hace, y me gusta recordarlo por esta frase. Por esa petición.
Me gusta pedirle besos en la mejilla izquierda, me gusta cómo lo hace y lo que consigue con ello. Me gusta también lo que consigue con su mano en el cuello, me gustan mis dedos en su nuca, me gusta su nuca con mis dedos enredados en su pelo. Me gusta perderlos durante horas en un coche, ya sea camino Zaragoza, Benidorm, Valencia o Cuenca.
Me gusta que sea ese nuestro próximo destino. Me gusta que sea diferente. Me gusta que sea raro. Me gusta no saber si me refiero a Cuenca o a él.
Me gusta dormir pensando en él y levantarme unas horas después con lo mismo en la cabeza. Me gusta pensar que pueda pedirme un beso de buenas noches. Me gusta hasta cuando no dice nada, en el fondo me gustan los silencios (aveces), porque son suyos.
Me gusta que suene el móvil y ver su foto. Me gusta quien hizo esa foto. Me gusta ser la etiqueta en su cabeza. Me gusta ese día. Y el anterior. Y el siguiente. Y verle con gafas fluorescentes. Y con el pelo mojado hacia atrás. Y me gusta verle dormir y ganarle apuestas. Me gusta su terquedad cuando me asegura algo y sé que no acierta.
Me gusta no entender lo que publica, y me gusta preguntarle. Me gusta también o hacerlo y no darle más vueltas.
Me gusta darle vueltas a todo. Me gusta que me haga pensar. Me gusta incluso que me haga volverme loca y que recurra a los albanokosovares.
Me gusta que lleve una espada en el maletero, y la manta. Me gusta la manta y la espada en la carretera. Y en mi facultad. Me gusta que haya hecho que pise mi facultad a deshoras.

La resaca no me va a gustar. Lo sé.
Pero la borrachera es genial.

Cómo él.

sábado, 5 de marzo de 2011

Motivos

A veces, sin saber por qué me acuerdo de ti. Hace mucho tiempo que no pasaba pero esta mañana ha tocado.
Estaba limpiando mi cuarto y llegué a la segunda estantería me pregunté por ti, por si habrías encontrado algún motivo ya que justificara todo, o si ya habrías pasado de encontrarlo.

Y he optado por la segunda opción, claro.
¿He acertado?
No, claro.

Ale, ahí tienes un defecto: nunca acierto.

viernes, 21 de enero de 2011

Conversaciones contigo cuando no follamos 2.

- ¿Qué haces?
- Trabajando un poco con el pc, termino en nada, ¿Por?
- ¿Quieres venirte a mi casa cuando termines?

Lo haría, iría encantada. Daría lo que fuera por ir una vez más a tu cama. Por pasar aunque sólo fueran 15 minutos bajo tu edredón. Me conformaría con eso, sólo pasar 15 minutos follando contigo me bastarían. Todo por esos minutos de vacío que se crean en mi cabeza , esos minutos de silencio absoluto que no se perturba ni con los geminos ni con los ladridos de Chita. Nada, silencio. Sólo Yo, porque te aseguro que, aunque estés, no estás. Sólo Yo y Vacío.
Pero no, sólo hay una cosa que no daría.

Todo, todo por Nada.


- Tabu, ¿te tengo que recordar que estoy con Sergio, que es tu amigo?
- No se enteraría... ¿Te espero?

miércoles, 1 de diciembre de 2010

De Momento

A veces, sin saber por qué, llega un Momento en el que encaja todo. En el que estás agusto. En el que piesas que no cambiarías nada, que todo te gusta o, si no te gusta, no hay nada que te moleste especialmente. ¿Un dolor de espalda? sí, eso nadie te lo quita. Y duele, claro que duele. Pero en Momento piensas en ese dolor de espalda, en que el dolor lo ha provocado el trabajo. Y dices: "joder, esta bien! es normal!"
Y empiezas a pensar en pequeñas cosas que te molestaban hace un tiempo, en esas personas que te hacían la vida un poco imposible, en todas las palabras, gritos y puñetazos que has soltado... y te parecen que están deputamadre. Que no cambiarías nada. y cuando digo nada es NADA.
No cambiarías ese tropezón por nada del mundo, ni cambiarías la puerta rota, ni cambiarías los puntos en el codo, ni las noches sin dormir, ni los capítulos de House perdidos, ni las piezas que le quitaste al MrPotato, ni el dinero perdido en esas entradas o ese libro.
No. Todo, absolutamente todo, ha valido la pena.
Pues Todo te ha llevado hasta Hoy.

Y Hoy, todo encaja.
Hoy es ese Momento.
Hoy es Momento.




Pero no pasa nada.
Mañana os mando a todos a la mierda de nuevo.
Y aquí paz, y después gloria.

Y quién sabe, quizás dentro de un tiempo, también Momento.


Pero no, de nuevo otra farsa:
Hoy no puede ser Momento, hoy es Diciembre.

lunes, 25 de octubre de 2010

Cosas que Odio Mucho 5.

.
5. La Facultad de Educación de la UCM.
.

martes, 12 de octubre de 2010

Y ya ves,

No me gusta nada esta entrada.
Pero aquí está.