A golpe de Talonario

- No quiero saber nada. No queréis saber nada. No me preguntéis.
- No es eso, queremos saber.
- No, de ahora en adelante esto es Mío. Solo Mío. Como pueden serlo unos zapatos. ¡Pensad que son zapatos joder! Yo los pago, yo decido. Si me los pongo hoy o manaña. Si me los pongo durante 3, 4, ó 5 años. Si no me los pongo nunca. Son MIS zapatos, no los vuestros. Ahora no podeis opinar nada. No sabéis nada y no vais a preguntar nada de NADA.



Y Cabeza de Rosa, desde la oscuridad de lo alto del armario ha escuchado los gritos, ha oído como compraba su parcela de Libertad, dejándose la garganta y unas frías líneas imperceptibles para cualquiera en ello.
Acaba de pagar 1000€ para dejar de oír las preguntas de los demás, ya tiene más que suficiente con las de su cabeza.
Y Cabeza de Rosa, desde la distancia lo sabe, sabe que se hipotecaría de por vida si también pudiera acallar las voces de dentro.
Pero no puede, lo único de lo que es capaz ahora mismo es de hacerle volver...

Y bien sabe que volverá.
Pronto.