viernes, 18 de septiembre de 2009

Conversaciones contigo mientras no estabas 1.

¿Sabes? Bromeas para ti.
Eres como el típico poeta que dedica sus versos a la/el amada/o pero que en realidad los escribe para él, solo que... sin lo de típico claro. No, no eres típico.
Creas chistes, estás siempre dándole vueltas a la cabeza buscando bromas o juegos de palabras ingeniosos con la intención de hacer reír a tu alrededor. O eso es lo que quieres que creamos. Pero no, yo sé que no es así. Lo haces para ti. Quieres reír y no sabes cómo; hace tiempo que dejaste de hacerlo y temes olvidarlo. Temes que el recuerdo de tu risa desaparezca como la suya, y te esfuerzas en escucharla al menos en los demás, siempre en caras ajenas, nunca en boca propia.
Vamos, no me pongas esa cara. A mí me parece genial... si no encuentras a nadie que lo consiga, ¿por qué no hacerlo tú mismo? Sí, ya sabes, eso de "si quieres algo bien hecho, hazlo tú mismo". O algo así, nunca he sido buena con los refranes ni los dichos, ni con las palabras a decir verdad, (quizá por eso paso tanto tiempo callada). Pero tú sí, tú juegas con ellas y las usas a tu antojo, aunque.. me parece que no siempre lo consigues. Pero ey, ánimo, por algo se empieza y tú vas por buen camino.

Y otra vez, deja de mirarme así, quitame esa cara. No, no, tranquilo, no eres tan transparente, es solo que...

... es fácil reconocer a los de tu misa calaña.

1 comentario:

  1. Vaya pues si que es fácil reconocer a esa gente.
    Pero supongo que cada uno hace lo que quiere.

    Bss.

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